A Estrella le encanta ver el cielo estrellado. Cuando ella nació sus padres le pusieron el nombre de Estrella, porque era una niña muy especial. Dios le ha dado un cromosoma extra, que para Estrella es un cromosoma de amor. Cada vez que sus padres miran las estrellas, dan gracias a Dios por haberles dado una Estrella muy especial, su amada hijita.
¿Has visto un cielo estrellado? Millares de lucecitas iluminan la noche y cuentan la gloria de Dios. Son prueba del infinito poder de nuestro Creador. Cada estrella tiene un nombre, que Dios mismo le ha dado. ¿Verdad que es maravilloso?
CUENTA LAS ESTRELLAS
En el Club Tesoros nuestra amiguita Estrella aprendió acerca de la promesa que Dios dio a Abraham. Hace miles de años, el Señor lo llamó para que sea el padre de una nación escogida. De su familia un día iba a nacer el Salvador. Esa nación es Israel.
Una noche de cielo estrellado, Dios le dijo a Abraham que saliera afuera y que mirara las estrellas, a ver si las podía contar. Le prometió que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas de los cielos y la arena del mar.
¿Has tratado alguna vez de contar las estrellas? Los astró-nomos, científicos que estudian los astros, dicen que hay más estrellas en el universo que la arena del mar. Solo Dios sabe cuántos conjuntos de estrellas y planetas hay, llamados galaxias.
En cada galaxia hay cientos de miles de millones de estrellas. 2.000.000.000 es un estimado del número de galaxias. La cantidad es tanta que demorarías semanas y meses en contar las estrellas. ¡Tan grande y admirable es nuestro Dios!
Estrella, la nueva amiga de Pepita, admira las estrellas. En las noches las mira por la ventana; a veces sale afuera a mirar. No solo mira las estrellas sino también la luna, esa hermosa bola blanca.
Estrella también admira cuando el sol se pone en las tardes, con hermosos colores de amarillo, naranja, violeta, rosado y rojo. Es como que Dios toma un pincel gigante y pinta el firmamento.
UNA ORQUESTA DE ESTRELLAS
Estrella y los niños del Club aprendieron que el sol es 400 veces más grande que la luna y que está 400 veces más lejos. La luz del sol viaja con mucha rapidez; tan rápido que puede rodear la Tierra siete veces en un segundo. ¡Imagínate! Un segundo es como un pestañeo. El sol viaja con la increíble velocidad de 299.792 kilómetros por segundo.
Comparada con el sol, la tierra es tan pequeña como una pelota de ping-pong. En el universo, los humanos somos como hormigas. Tan inmenso es el mundo de Dios.
Cuando doña Beatriz dijo que las estrellas cantan, Pimienta no lo podía creer. ¿Cómo una estrella puede cantar? La buena vecina le dijo que leyera el Salmo 148, versículo 3.
–El libro de Salmos está en el centro de la Biblia –dijo Sal, y le ayudó a encontrar el versículo.
Pimienta leyó:
–Alábenlo, sol y luna, alábenlo, estrellas luminosas.
TELESCOPIOS GIGANTES
Doña Beatriz habló a los niños de los telescopios que se usan para mirar las estrellas. Les explicó que hay telescopios gigantes que captan los sonidos que emiten las estrellas. Algunos sonidos se oyen rítmicos; otros suenan como violines.
–¡Así que Dios tiene una orquesta! –exclamó Estrella.
–¡Y a cada estrella en la orquesta Dios le ha dado nombre! En Isaías 40:26 dice que Dios ordena la multitud de estrellas una por una, y que llama a cada una por su nombre.
–¿Las estrellas tienen nombre? –preguntó Estrella, asombrada.
–¿Verdad que es maravilloso? –dijo doña Beatriz–. ¡Dios tiene un nombre para cada estrella! Y con los telescopios gigantes se han descubierto los sonidos de las estrellan que alaban a Dios.
Para que todos escucharan la música de las estrellas, doña Beatriz hizo tocar un video que había encontrado en YouTube. ¡Qué novedad para contar a los amigos en la escuela!
–Voy a preguntar a mi maestra si ella ha escuchado la música de las estrellas –dijo Pimienta, muy decidido.
MÁS IMPORTANTE QUE LAS ESTRELLAS
Así como hay muchísimas estrellas, hay también mucha gente; más de siete mil millones de personas en el mundo. Si entre todos nos tomáramos de la mano, ¡rodearíamos el mundo casi trescientas veces!
¡Tantas personas hay! Lo maravilloso e importante es que Dios conoce a cada una. Nos parece emocionante que Dios conoce las estrellas y les da nombre; pero más grandioso es que te conoce a ti. Dios sabe tu nombre y se preocupa por cada detalle de tu vida. Tanto le interesa todo acerca de ti que hasta tiene contados los cabellos en tu cabeza.
El grande y poderoso Dios, que tiene galaxias de estrellas, te ama tanto que vino al mundo en la persona de Jesús, para ser tu Salvador. Te invita a que recibas en Jesús el perdón de tus pecados y la vida eterna. ¡Vales mucho más que las estrellas!
ESCUCHA EL VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=OLDWKpAkRHs
EN mis perlitas HAY HOJA PARA COLOREAR Y ACTIVIDADES.