Manuel y la carrera

Manuel estaba acostumbrado a ganar todas las carreras.
Pero una vez…
… por mirar atrás, ¡perdió la carrera!

 Manuel era un experto en deportes. Siempre ganaba cualquier carrera. Era el mejor deportista de su escuela. En una competencia inter-escolar salió ganando el primer premio. ¡Qué contento estaba!

ESTABA DISPUESTO A GANAR

Es un poco peligroso ser ganador siempre. Manuel se estaba poniendo orgulloso por sus victorias.

–Yo sé ganar cualquier carrera –decía, golpeándose el pecho–. Nadie me supera.

Un día se inscribió en una carrera para muchachos deportistas de todo el país.

–Estoy dispuesto a ganar el primer premio –dijo a sus compañeros.

EL DÍA DE LA CARRERA

Llegó el día indicado para la competencia nacional. Manuel estaba muy nervioso, pero trató de no mostrarlo. Decía con orgullo:

–¡Voy a ganar, voy a ganar! ¡Tengo que ganar! ¡Venceré a todos, cueste lo que cueste!

Al fin llegó el momento esperado. Vestido con su traje de deporte de color naranja y azul, Manuel estaba en fila junto con los demás muchachos.

Todos esperaban el grito de arranque. Al fin se escucho: «¡A sus marcas! ¡Listos! ¡Ya» Había comenzado la carrera.

MANUEL CORRÍA BIEN

Poco a poco, Manuel empezó a pasar a uno tras otro. Después de un rato estaba corriendo en primer puesto. ¡Qué emoción! Grandes gotas de sudor corrían por su frente. Su único pensamiento era ganar.

Mientras se iba acercando a la meta, escuchó que otro corredor estaba por alcanzarle. No puede ser –pensó Manuel–. No puedo dejar que me gane otro muchacho.

CASI GANO - COLOR

LA MIRADA QUE CAMBIÓ TODO

En ese momento, Manuel hizo algo que luego le pesó en el alma. ¡Miró atrás! Por menos de un segundo volteó la cabeza para ver quién se iba acercando. Fue una sola mirada, pero una mirada que cambió todo.

Al voltear la cabeza, tropezó y cayó. Uno tras otro los demás se iban adelantando.

Cuando Manuel al fin se levantó, ya otro muchacho había ganado la carrera.

¡Qué tristeza! ¡Qué desilusión! Manuel perdió la carrera por dar una mirada atrás.

Con la cara larga, Manuel se acercó a sus compañeros:

–Casi gané… casi… casi… ¡por poco gané!

Pero Manuel no había ganado.

NO SE GANA «POR POCO»

Una vez el apóstol Pablo habló con un rey llamado Agripa y le contó acerca de su vida. Le habló de Jesucristo y el camino de la salvación.

–¿Crees en la palabra de Dios? –le preguntó Pablo.

¿Sabes lo que dijo el rey Agripa?

–Por poco me persuades a hacerme cristiano.

Una carrera no se gana «por poco».

No puedes ser cristiano «por poco».

¿Por qué no puedes  servir a Jesús «por poco» o ser «casi» cristiano. Lo mismo que en una carrera, no puedes ser el ganador «por poco». Si dices que «casi» ganaste una competencia, ¡no has ganado!

LA CARRERA DE LA VIDA

La vida es una carrera, y la meta es el cielo. Para llegar a la meta tienes que creer en Jesús. El apóstol Pablo escribió acerca de esa carrera. Nos animó a que corramos para ganar el premio. «¡Corran para ganar!» dijo Pablo.

Manuel corrió para ganar pero miró atrás. En tu decisión de servir a Jesús, no te desvíes ni a derecha ni a izquierda.

El premio por servir a Jesús no es un trofeo que puedes exhibir y mostrar a tus amigos, sino algo mucho más valioso. Si sigues fiel a Cristo, Él te dará la corona de la vida.

Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré
la corona de la vida. –Apocalipsis 2:10

 

Para imprimir la historia: Manuel y la carrera

Hoja para colorear; La carrera

Actividad bíblica: Casi cristiano