La silla de cumpleaños

Katia

En casa de Katia tenían una costumbre muy hermosa. En los cumpleaños la mamá vestía una silla con flores y la adornaba con cintas.

El cumpleañero se sentaba en la silla adornada y toda la familia le cantaba: «¡Feliz cumpleaños!» Todo el día era de fiesta y alegría. No porque se daban grandes y costosos regalos.

Al contrario, a veces no había dinero para comprar regalos. Pero cada uno demostraba su amor con algo pequeño. Tal vez un fuerte abrazo, una sonrisa amorosa, o un regalo hecho con las propias manos.

¡Pronto le tocaba a Katia cumplir años! Estaba muy emocionada y pensaba en qué regalo le daría su mamá. Tal vez recibiría un vestido nuevo confeccionado por ella.

¿Cómo mamá adornará mi silla este año? se preguntaba Katia. Ella quería que la adornara con flores rosadas.

SE ENFERMÓ LA MAMÁ     

Pero nada fue como Katia lo había deseado. Unos días antes del cumpleaños, su mamá enfermó gravemente. Tuvieron que llevarla con urgencia al hospital.

–Mamita, vuelve pronto –le pidió Katia–. Quiero que adornes la silla para mi cumpleaños.

–Sí, hijita –contestó su mamá con voz débil–. Trataré de volver pronto.

Pero la mamá no volvió pronto del hospital.

Amaneció con lluvia el día del cumpleaños de Katia. Ella pensaba que iba a ser un día muy triste; pero se llevó una gran sorpresa. Cuando fue a tomar el desayuno… en el comedor estaba la silla de cumpleaños, adornada tal y como ella se lo había imaginado: ¡con flores rosadas!

El papá y la hermana de Katia habían tratado de arreglar todo tan lindo como lo hubiera hecho la mamá; pero aun así ella les hacía mucha falta. Como hacían todos los días, oraron que la mamá sanara pronto.

–Cuando vuelvan de la escuela esta tarde iremos al hospital –dijo el papá–. He pedido permiso de mi trabajo.

–¡Qué lindo! Vamos a ver a mamá –gritó Katia, alegre.

UNA GRAN SORPRESA

Esa tarde, cuando las niñas volvieron de la escuela, hubo una gran sorpresa. Dios había escuchado sus oraciones. La mamá había mejorado y ahora estaba en casa.

–¡Mamá! –exclamó Katia, entusiasmada–. ¡Qué lindo que estás aquí para mi cumpleaños!

–Hijita, Dios ha hecho un milagro. El médico dijo que nunca ha visto a alguien sanarse tan rápidamente.

–Hemos orado por ti todos los días –dijo Katia–. Dios ha contestado nuestras oraciones.

EL MEJOR CUMPLEAÑOS

A la hora de la cena a Katia le tocaba sentarse en la silla de cumpleaños, que estaba adornada con hermosas flores; pero ella quiso que su mamá se sentara allí.

–Mamita, siéntate en la silla –dijo–. Eres mi gran regalo de cumpleaños. Nada es igual cuando tú no estás aquí.

Todos conversaron alegremente. La mamá contó sus experiencias de los días en el hospital y los niños le dijeron cuánto la habían echado de menos. Nunca antes habían estado sin la mamá.

–Éste ha sido mi mejor cumpleaños –dijo Katia–. Tener aquí a mamá es mejor que todos los regalos del mundo.

–Gracias, hijita –dijo la mamá–. Pero ahora nos toca festejarte a ti.

Y todo juntos le cantaron: «¡Feliz cumpleaños!»

LA VIDA ES CORTA

Cuando eres niño te parece que el tiempo pasa lentamente entre cada cumpleaños. Pero la vida es corta. Antes de que te des cuenta pasarán los años y tendrás que asumir las responsabilidades de una persona adulta.

El siervo de Dios Moisés oró que podamos entender que la vida es corta, para así vivir con sabiduría.

Cuando sea tu cumpleaños, recuerda que los años pasan rápidamente. Pide a Dios que te dé sabiduría para vivir bien.

Salmo 9012

Para imprimir:

 314 La silla de cumpleaños     314 La silla de cumpleaños color

Hoja para colorear:  314 Cumpleaños

Póster:  314 Salmo 9012 poster

Actividad:  314 La vida es corta

 

Celebrando 70

Agradezco a Dios por 70 años de vida.

De Inútil a Preciosa

niña chinita coHace muchos años, en un lejano país llamado China, nació una niñita. Sus padres habían deseado mucho tener un varoncito, y cuando nació la niña, no la querían.

Para que todos supieran que no
la querían, le pusieron de nombre «Wu-ee», que quiere decir «Inútil».

UNA VIDA DIFÍCIL

La vida fue muy difícil para Wu-ee. Sus padres nunca la trataron con cariño. No le daban besos ni caricias; sólo la castigaban.

Cuando el papá de Wu-ee murió, la vida se le hizo aún más difícil; su mamá cada vez la trataba peor. En el invierno, cuando hacía mucho frío, tenía que andar sin zapatos. Sus pobres pies casi se congelaban.

niña chinita tristeNO SABÍA MENDIGAR

Un día, su mamá le dijo: «Ya no te voy a dar comida. Si quieres comer, tienes que mendigar. No habrá pan para ti aquí en casa.»

¡Pobre Wu-ee! No sabía mendigar. Como no trajo dinero a casa, su mamá la castigó y la arrojó al río. Felizmente, el río no traía mucha agua y nuestra amiguita pudo salir.

Se levantó mojada y llena de barro. No sabía a dónde ir y se sentó a la orilla del río. Allí pasó varias horas, hasta que llegó la noche.

«¿A dónde iré?», se preguntaba la pobre niña. Llorando, repetía: «Nadie me quiere.»

UNA LUZ A LO LEJOS

Mientras lloraba y pensaba, vio a lo lejos una luz que se iba acercando. Era una mujer con una linterna. Al ver a la niña, le preguntó:

–¿Qué haces aquí sola? Ya es de noche.

–No tengo adonde ir –dijo Wu-ee.

–¿Cómo te llamas?

–No tengo nombre –contestó Wu-ee. No quería decir que se llamaba Inútil.

–No importa. Ven conmigo y te daré algo de comer.

niña chinita elegreUN NUEVO HOGAR

¡Qué felicidad para Wu-ee! La amable mujer la llevó a su casa y le dio comida, ropa limpia, y una cama. Antes de dormir, por primera vez Wu-ee recibió un beso y una caricia.

¡Wu-ee creía que había llegado al cielo! La amable mujer se hizo cargo de nuestra amiguita, como si fuera su hija.

UN NUEVO NOMBRE

Wu-ee, que nunca había sentido amor, ahora recibió todo lo que necesitaba. Lo mejor para ella fue que la amable mujer le puso otro nombre.

–Te llamarás Preciosa –le dijo.

¡Qué feliz se sintió Inútil! Ahora ella era Preciosa.

DIOS AMA A TODOS

Hay muchos niños que son como Inútil. Piensan que nadie los quiere. No saben que Dios los ama y quiere cambiar su vida. Jesucristo murió en la Cruz para hacernos preciosos a los ojos de Dios.

Antes de entregar nuestro corazón a Cristo nuestro nombre es PECADOR. Cuando Él nos perdona y cambia nuestra vida, nos da un nuevo nombre: HIJO DE DIOS.

Preciosos

NADIE ES INÚTIL

Aunque la gente te desprecie, y como Inútil pienses que nadie te quiere, nunca olvides que Dios te ama. Para Él eres Precioso (o Preciosa). Nadie es inútil a los ojos de Dios. Él no desprecia a nadie.

¿Cuál es el lugar más seguro del mundo? El lugar más seguro es al cuidado de nuestro amaroso Padre celestial.

El rey David pidió a Dios que lo cuide como a la niña de sus ojos y que lo esconda bajo la sombre de sus alas. Para ti también Dios tiene esa protección.

Salmo 17 8

Para impirimir la historia: 272 De inutil a preciosa color

Todo el material para la historia está en: Mis Perlitas

Una niña misionera

Alida

Esta niña es mi sobrina nieta Alida,
que ha sido la imspiración para esta historia.

Bombardeos. ¿Has pensado cómo sería si todas las noches al acostarte escucharas bombardeos y todas las mañanas al despertarte escucharas lo mismo?

Esa es la suerte de miles de niños en Siria. Los más pequeños no conocen otra vida, porque desde que nacieron solo ha habido guerra. No hay cifras exactas; pero se estima que más de 10.000 niños han muerto y muchísimos han quedado huérfanos.

Alida es una niñita sueca, la sobrina nieta de Tía Margarita. Ella oyó hablar de los niños de Siria y empezó a orar por ellos. Su corazón se llenó de compasión. También por los niños de Iraq.

–Mamá –dijo Alida–. Amo mucho a los niños de Siria e Iraq. Quiero ayudarles. ¿Qué puedo hacer?

EN BICICLETA A SIRIA E IRAQ

Alida y su mamá conversaron.

–Voy a ir en bicicleta a Siria –dijo Alida–. Llevaré mis juguetes para regalar a los niños.

Alida es pequeña y no comprende aún las distancias. Llevaría mucho tiempo montar en bicicleta desde Suecia a Siria; pero sí se puede hacerlo. Sería un viaje muy largo para una niña de cuatro años.

Para llegar de Suecia a Siria en bicicleta, Alida tendría que pasar por Dinamarca, Alemania, Austria, Hungría, Serbia, Macedonia, Grecia y Turquía. Si tienes un mapamundi, busca Suecia en Europa y traza la ruta que tuviera que seguir Alida. Siria está en el Oriente Medio y limita con Iraq.

ALIDA SIENTE MUCHA COMPASIÓN

Como Alida no puede ir a Siria e Iraq, ha decidido hacer algo por los niños de allá. Ella siente mucha compasión por todos los que sufren debido a la guerra. Antes de hacer cualquier cosa, Alida ha estado orando por los niños que han perdido su hogar y sus padres debido a los conflictos en esa zona. Ya son 14 millones de niños afectados.

Alida no comprende cuánto es 14 millones. ¿Puedes tú contar hasta esa cantidad? Digamos que cuentes rápido y pudieras contar hasta 100 en un minuto. ¿Cuánto tiempo demorarías en contar hasta un millón? Practica tus conocimientos de la tabla de multiplicación para sacar la respuesta. Después, multiplica esa suma por catorce. ¿Cuánto tiempo demorarías en contar hasta 14 millones?

JESÚS SALVADOR

Alida no puede ayudar a todos esos niños. Solamente para contar a cada uno llevaría semanas y meses. ¿Recuerdas la historia del vaso de agua que dio Nelly, la niña que pensaba que no tenía nada para dar? Todos tenemos algo para dar.

Jesús es el único que puede ayudar a todos. Él murió en la cruz para salvarnos del pecado. Todos somos pecadores; pero podemos recibir a Jesús como nuestro Salvador y ser salvos. Jesús pagó el gran precio de su vida para salvarnos.

Alida y sus pulseras 2

MUCHAS PULSERAS

Alida no puede montar en bicicleta a Siria e Iraq para ayudar a los niños; pero en su casa en Suecia ha hecho algo. Alida ha dibujado tarjetas para vender y ha hecho pulseras; muchas pulseras de hermosos colores. Alida ha vendido las pulseras y ha comprado lápices de color para regalar a los niños de Siria e Iraq.

EL PRÍNCIPE DE PAZ

Siria e Iraq quedan cerca del país donde vivió Jesús cuando estuvo aquí en la tierra. Jesús ama tanto a los niños de allá como nos ama a ti y a mí. Jesús, el Príncipe de Paz, dio su vida para salvarlos también a ellos. Él vino al mundo para darnos su paz. Pero hay muchos hombres y mujeres que no aman a Jesús, que no quieren recibir la paz de Dios en su corazón. Por eso hay conflictos y guerras.

¿Quisieras unirte a Alida para orar por los niños de Siria e Iraq? Cerca de dos millones de niños sirios han tenido que dejar su hogar y su país. Se encuentran refugiados en el Líbano, en Turquía, en Jordania, y en otros países.

Muchos niños tienen que huir porque se les prohíbe creer en Jesús. No tienen permiso de reunirse para escuchar historias bíblicas. No pueden orar al Señor ni cantar alabanzas a su nombre. Ellos aman a Jesús tanto como tú lo amas, y están dispuestos a morir antes de negar su amor a Jesucristo.

ORA POR LOS NIÑOS DEL MUNDO

Alida ama muchísimo a los niños de Siria e Iraq. Además de orar por ellos ha hecho algo práctico. ¿Qué puedes hacer tú? Mira a tu alrededor. En todas partes hay niños que sufren. Pide a Jesucristo que te dé ideas para hacer algo por ellos.

Ora a Dios por los niños del mundo que padecen debido a las guerras. Sé compasivo, como Dios tu Padre es compasivo.

Lucas 6_36

Para imprimir la historia: 266 La compasion de Alida color

 

 

Un vaso de agua

niña con valdeNelly era una niña pobre pero muy cariñosa. Ella había oído hablar del versículo bíblico acerca del «vaso de agua fresca». Jesús prometió que si damos siquiera un vaso de agua fresca a uno de sus discípulos, no perderemos una recompensa.

Muchas veces Nelly pensaba en esa promesa; pero le parecía que era tan pobre que no tenía siquiera un vaso de agua para ofrecerle a alguien.

UNA CASA SENCILLA

La casita en que vivía Nelly era muy sencilla. El piso era de tierra y no había agua potable y tampoco servicios higiénicos. Nelly y sus hermanos iban a un pozo para sacar agua, que llevaban en baldes a su casa.

Muchas veces su padre hablaba de que quería mejorar la casa; pero trabajaba largas horas para mantener a su familia y no le alcanzaba el tiempo ni el dinero para hacer mejoras en la casita.

niña con valde coAGUA PARA UN NIÑO

Un día, cuando Nelly volvía a su casa cargando un balde de agua, se encontró con una mujer que tenía un niño que le pedía agua.

–Señora, si quiere puedo darle agua a su hijo –dijo la cariñosa Nelly y bajó el balde que llevaba.

–Gracias, niña –dijo la mujer–. ¡Que Dios te lo pague!

Nelly tomó la taza que colgaba del balde y le dio agua al niño. Él tenía tanta sed que pidió más agua.

–Señora, quisiera que usted ayude a alguien que necesita ayuda –le dijo Nelly al despedirse.

UNA CADENA DE AYUDA

Más tarde, esa mujer ayudó a otra mujer. Y le dijo las mismas palabras que Nelly le había dicho. Esa mujer prestó ayuda a un vecino y le dijo más o menos lo mismo.

Ese vecino ayudó a otra persona, y esa persona ayudó a otra. Así se formó una cadena de ayuda.

Llegó el día en que el dueño de la casita en que vivía Nelly recibió ayuda. La persona que lo ayudó, le dijo:

–No me pague. Sólo quisiera que usted ayude a alguna persona que necesita ayuda.

Adivina dónde fue a terminar esa cadena de ayuda.

¡En la casita donde vivía Nelly!

LA CADENA VUELVE A NELLY

Una tarde el dueño de la casa fue a hablar con el padre de Nelly. Le dijo que había recibido ayuda y que la persona le había dicho que ayude a otra persona.

–Esta casa es muy pequeña para su familia –dijo el dueño de la casa–. Y no tiene agua ni servicios higiénicos. He visto que sus hijos tienen que traer agua del pozo.

El padre de Nelly asintió. En verdad la casa era muy pequeña para su familia.

–Les voy a hacer otra casa –dijo el hombre.

UNA CASA NUEVA

Así fue que Nelly y su familia recibieron una casa nueva. La niña que creía que no tenía nada para ayudar a alguien, inició una gran cadena de buenas obras. Su pequeño acto de amor resultó en una linda casa para ella y su familia.

TÚ TAMBIÉN AYUDA

¡Qué grandes sorpresas nos puede traer «un vaso de agua»! La próxima vez que ayudes a alguien, diles como dijo Nelly: «Quisiera que usted también ayude a alguien.»

El mundo sería mucho mejor si todos fueran bondadosos. Tú puedes mejorar tú mundo. Comienza una cadena de bondad, aunque sea con algo tan sencillo como un vaso de agua fresca.

Mateo 10 42

Para imprimir la historia: 264 Un vaso de agua color

 

 

El chisme de Marcia

El autobús iba por el camino del bosque y los campos. Las niñas del quinto grado estaban de paseo. Algunas conversaban; otras cantaban. Sería un día alegre y divertido.

Marcia miró al otro lado del pasillo, donde estaban sentadas Jenny y Susana, conversando y riendo. Marcia y Jenny habían sido mejores amigas por dos años.

Luego Susana llegó a la escuela y Jenny quería ser amiga de ella también. Eso le disgustó a Marcia.

Pronto el autobús llegó al campo de recreo. Las niñas jugaron voleibol, se bañaron en el río, y se alistaron para almorzar.

chismes extra2

LA MENTIRA DE MARCIA

En ese momento la profesora tocó la campana y anunció que faltaba el almuerzo de Jenny y también su reloj.

De repente Marcia tuvo una idea. Antes de pensarlo, dijo en voz baja a una amiga:

–Alida, yo sé quién se robó el almuerzo de Jenny. Fue Susana Olmo. Yo la vi detrás del árbol cuando nos bañábamos en el río.

CORRE EL CHISME

Alida se sorprendió; pero fue a contarle a Carola lo que Marcia acababa de decirle.

Como María estaba cerca de allí, le contó lo mismo que le había dicho a Alida; pero añadió algo más. Dijo que el papá de Susana había estado en la cárcel.

Después del almuerzo, durante los juegos, Marcia se sentó junto a una niña con quien no había conversado antes. Pasó un rato tan divertido que se olvidó de las cosas crueles que había dicho, hasta que Berta le dijo:

–¿Ves aquella chica con la blusa roja? Su papá estuvo en la cárcel. Hoy ella se robó el reloj de Jenny.

–No lo creo –dijo Marcia.

–Es verdad –dijo Berta–. Alguien la vio. Juana se lo dijo a la profesora.

Marcia se asustó al oír esto. No había pensado que el cuento iba a dar tantas vueltas. Su corazón empezó a latir con fuerza.

De repente, la profesora se acercó y le preguntó:

–Me dicen que viste a Susana con el reloj de Jenny. ¿Es verdad?

MARCIA Y LA VERDAD

El corazón de Marcia latió con más fuerza. ¡No podía seguir mintiendo!

–No, profesora –respondió–. Lo siento mucho. Dije las mentiras porque quería que Jenny fuera sólo amiga mía.

Muy triste, la profesora dijo:

–Me alegra que ahora hayas dicho la verdad; pero siento mucho que hayas comenzado un chisme tan feo.

chismes color

EL EJEMPLO DE LAS PLUMAS

–¿Qué puedo hacer para que todo se arregle? –preguntó Marcia.

La profesora no dijo nada pero recogió unas plumas de aves. Se las dio a Marcia y le dijo que las tirara.

Marcia no comprendió por qué debía tirar las plumas; pero lo hizo. El viento se las llevó en todas direcciones.

chismes extra1–Marcia, ahora recoge las plumas –le ordenó la profesora.

–Profesora, eso es imposible –dijo Marcia, casi llorando.

–Sí, es verdad. También es imposible recoger el chisme que comenzó hoy. Nunca podrás borrar la angustia y la vergüenza que le has causado a Susana.

¡Qué tristeza sintió Marcia! Muy avergonzada decidió que nunca más volvería a decir chismes.

CUIDA LO QUE DICES

En el Salmo 19 el rey David pidió a Dios que sus palabras y sus pensamientos fueran aceptables ante Él. Cuida lo que piensas y lo que dices, y nunca mientas de alguien. Un chisme puede destruir la buena reputación de una persona.

La Biblia dice que dejemos la mentira y que hablemos a nuestro prójimo con la verdad. Cuida lo que dices, y ¡nunca divulgues un chisme!

Salmo19_14

Para imprimir la historia: 261 El chisme de Marcia color

Mira este lindo video: Cuqui, la abeja floja

La abeja titulo

 

 

Rabanín, el rabanito que se creía especial

hermanas y rabaninEn la huerta de la familia Pérez, Sandra y Carolita ayudaban a sus padres a cosechar verduras. Las niñas eran gemelas; quiere decir que nacieron el mismo día. Se parecían tanto que casi todos los vecinos las confundían.

A Sandra le decían Carolita y a Carolita le decían Sandra. A las niñas les gustaba jugar bromas, haciendo que la gente las confundiera.

–¡Qué lindos se ven los rabanitos! –dijo Sandra–. Son tan coloraditos e igualitos.

–Sí –respondió Carolita–. Me gustan sus hojas.
Parecen sombreros.

Las niñas cosechaban alegres los rabanitos, sin darse cuenta de que Rabanín, uno de los rabanitos, se molestó mucho. No le gustó lo que Sandra dijo, acerca de que todos los rabanitos eran iguales.

rabano coUN RABANITO ESPECIAL

–¡Bah! Yo no soy igual que los demás –protestó Rabanín–. Yo soy un rabanito especial.

Las demás verduras, que junto con Rabanín estaban en una canasta grande, lo miraron extrañadas, pero no hubo tiempo para comentarios. El papá de las gemelas metió los rabanitos bajo un chorro de agua fresca para lavarlos, y… ¡al mercado!

Sandra y Carolita ayudaron a sus padres a vender.

tomate co–Vendo toma-a-a-a-ates –gritaba Carolita.

–Compre rabani-i-i-itos –decía Sandra.

Habían acomodado todas las verduras en su lugar, bien limpias y formaditas. En un lado los gordezuelos tomates, y junto a ellos las rosadas cebollas.

También vendían delicadas lechugas, que parecían señoras con polleras verdes, y, por supuesto, muchos simpáticos rabanitos.

Rabanín se puso muy contento al ver que lo colocaron en la primera fila.

–Si me pusieron aquí, debe ser porque soy muy especial –dijo Rabanín–, mostrando la mejor de sus sonrisas.

cebolla coAl escuchar eso, una de las cebollas le reprochó:

–¡Qué tonto eres, Rabanín! Todos los rabanitos son iguales. Sólo las cebollas somos especiales.

LA PELEA DE LAS VERDURAS

–¡Vaya, orgulloso! –protestó una de las señoras lechugas. Las cebollas y los rabanitos no son especiales, sólo las lechugas.

Así, cada una de las verduras decía ser especial y se gritaban unas a otras. Como si las niñas las hubieron escuchado, Carolita dijo:

–Mira, hermanita gemela, todos los rabanitos son iguales, también los tomates. Se parecen a nosotras.

–Sí –dijo Sandra con un suspiro–. ¡Qué lindo sería ser especial y diferente!

Todas las verduras se callaron al escuchar a las niñas. A lo lejos se podía ver que eran igualitas.

hermanas

CADA UNO ES ESPECIAL

–Mis queridas gemelas –dijo el papá de las niñas–, cada una de ustedes es especial. Si se miran en el espejo parecen iguales, pero yo les voy a mostrar algo que es diferente.

Rabanín se interesó mucho en lo que el papá decía a sus gemelas y casi se paró de puntas.

–Miren sus dedos. Todas las líneas forman un modelo especial y no hay dos dedos que tengan un modelo igual. Esos modelos se llaman huellas digitales. Pero no sólo nuestros dedos son diferentes, sino también nuestro corazón y nuestro modo de pensar. No hay dos personas iguales en el mundo. Cada una es única y especial.

–Ya ven –dijo Rabanín a sus amigos rábanos–. Todos somos especiales.

Las verduras se avergonzaron por la pelea que habían tenido. Muy pronto irían a parar en un plato de sopa o en una ensalada, porque Dios había decidido que las verduras fueran rico alimento.

Al terminar el día Carolita, Sandra y sus padres volvieron del mercado con la canasta vacía. Rabanín ya estaba muy lejos, en la cocina de alguna buena señora.

ERES ÚNICO Y ESPECIAL

¿Sabías que eres único y especial? No hay otro niño como tú en todo el mundo. Dios te ama mucho y te ha hecho así como tú eres, para que le sirvas con tu sonrisa, tu cariño y tu amor.

Salmo 139_14 nvi5

Para imprimir la historia: 257 El rabanito que se creia especial.color

 

 

 

Nancy y su alcancía

Nancy alcancia co2

Manuel, Perico, Pocha, Ester, Felicia, Nancy, Carlos, Paco y Patricia eran hermanos. ¡Nueve felices niños!

Ahora bien, Manuel y Perico ya no se consideraban niños, pues estudiaban en la escuela secundaria; pero al tratarse de algún juego divertido, ¡allí estaban ellos también!

Cada sábado por la tarde se reunían para realizar la «Hora de la Familia». Cantaban, conversaban y jugaban; en fin, hacían cualquier cosa divertida para todos.

Paco y Patricia eran muy pequeños para comprender bien los juegos, pero se gozaban al estar juntos con todos sus hermanos.

LA BILLETERA DE PAPÁ

Lo más emocionante, era cuando papá sacaba su billetera del bolsillo y les repartía monedas a cada uno. Manuel y Perico recibían un poco más que los otros hermanos, ya que eran los mayores. ¡Ah, se me olvidó contarte que eran gemelos!

Apenas recibía sus monedas, Pocha iba corriendo a la tienda de don Eusebio y gastaba casi todo el dinero en goma de mascar. Compraba varios chicles de globo y los metía todos a la boca de una vez; luego los hacía durar toda la semana para hacer globos.

Ester y Felicia gastaban su dinero en revistas con historietas. Carlos, el más travieso de todos los hermanos, siempre compraba caramelos y chocolates. Ya tenía sus dientes picados por comer tantos dulces.

Nancy alcancia coUN CHANCHITO GORDO

Nancy era la más cariñosa de todos los hermanos y la gente decía que tenía un corazón de oro. Era también la única que sabía ahorrar.

Cuando Nancy recibía sus monedas las ponía en su chanchito, que cada semana se ponía más gordo. Su plan era ahorrar suficiente dinero para comprarse una linda muñeca.

Sus hermanos se burlaban de ella y el chanchito. Pero Nancy no les hacía caso. Ella se sentía feliz al ahorrar su dinero.

MUERTE DEL CHANCHITO

Cuando llegó el tiempo de Navidad, Nancy «mató» a su chanchito. Ya estaba tan gordo que parecía que iba a reventar. Las monedas y los billetes rodaron por el suelo y le llevó un buen rato contar todo el dinero que había ahorrado.

Nancy alcancia co1Lo primero que hizo Nancy fue apartar el diezmo. Dios nos enseña en su Palabra, la Santa Biblia, que apartemos diez por ciento de nuestros ingresos para su obra. Nancy pidió a su mamá que le ayudara a calcular cuánto era el diezmo. Lo puso en un sobre que luego llevaría a la iglesia. ¡Qué felicidad sintió en su corazón!

LA MUÑECA

Nancy tomó prestado el monedero de su mamá y puso allí el resto del dinero; luego pidió permiso para ir la tienda de juguetes. Invitó a Pocha para que la acompañara. Allí compró la muñeca más linda, la que había estado esperando todo el año para comprar.

EL DINERO QUE SOBRÓ

Después de pagar la muñeca, le sobró algo de dinero. ¿Qué crees que hizo? Compró refrescos, galletas y chocolates, pero no para ella misma.

Cuando llegó a su casa guardó la muñeca y fue a visitar a una cieguita que vivía cerca de su escuela. Con ella compartió los refrescos y las galletas. Los chocolates se los dio a Paco y Patricia y a unos amigos que jugaban con ellos.

¿QUIÉN GOZÓ MÁS?

¿Cuál de los hermanos gozó más de las monedas que les daba el papá? ¿Pocha, que mascaba chicles toda la semana? ¿Las niñas que compraban revistas con historietas? ¿Carlos, que compraba caramelos y chocolates?

Creo que fue Nancy. Gracias a sus ahorros pudo comprarse algo bonito en Navidad.

¿SABES AHORRAR?

¿Y tú? ¿Qué haces con las monedas que recibes? ¿Gastas todo en caramelos o has aprendido a ahorrar?

¿Sabías que la Biblia habla de los ahorros? La Biblia dice que quien ahorra, poco a poco se enriquece. ¿Qué te parece si para el año que viene haces un plan de ahorros?

¿Hay algo que te gustaría comprar? Decide que en vez de gastar tu dinero en caramelos lo ahorrarás. No solo vas a poder comprarte algo de valor sino que cuidarás también tus dientes para que no se caríen. Tus padres te van a agradecer eso.

252  Pr 13_11

Para imprimir la historia: 252 Nancy y su alcancia color

Para colorear: 252 Nancy

 

 

La niña sin sonrisa

Patricia, ven a almorzar –llamó la mamá desde la cocina.

–No quiero –contestó Patricia–. Estoy ocupada.

Pero cuando oyó los pasos de su papá, no se atrevió a desobedecer. Con cara larga y ojos enojados fue a sentarse a la mesa.

Dad gracias colorNO QUERÍA SONREÍR

–¡Qué cara fea y triste es esa! –le dijo su papá–. Danos una sonrisa, por favor.

–No me gusta sonreír –respondió Patricia.

Cuando pidieron la bendición por los alimentos, ella cerró la boca y no dijo nada. Después de la oración, se quejó:

–No me gusta pescado frito; quiero comer pollo.

–Te gustará el pescado cuando lo pruebes –le dijo su mamá.

–¿Por qué tenemos que comer pescado con arroz? Yo tengo antojo para comer papas fritas.

–El arroz te hace bien –le respondió su mamá con paciencia.

JESÚS MIRA EL CORAZÓN

–¿Qué aprendiste hoy en la escuela dominical? –le preguntó su papá, para cambiar el tema de conversación.

Al escuchar la pregunta, Patricia sonrió un poco, ya que le gustaba mucho ir a la escuela dominical.

–Aprendimos que Jesús mira nuestro corazón. La profesora dijo que tratemos de hacer lo que alegra a Jesucristo.

El papá sonrió y asintió con la cabeza. Luego dijo:

–Está muy bueno lo que dijo tu profesora. Patricia, ¿estás alegrando a Jesús con esa cara sin sonrisa?

SE SINTIÓ AVERGONZADA

Patricia pensó por unos momentos y luego respondió:

–Creo que no. Mi corazón y mi cara están enojados y eso no agrada al Señor.

Patricia siguió pensando, y se puso más triste todavía. Sintió vergüenza de haberse portado mal.

–¿Qué puedo hacer? –preguntó a su papá.

–Pídele al Señor que te perdone. También debes pedirle perdón a tu mamá. Ella preparó la comida con mucho amor.

«Perdóname, Señor Jesús», oró Patricia.

Después de pedir perdón al Señor ella pidió perdón a su mamá, y comió todo el arroz y todo el pescado. ¡Y le gustó!

Como postre recibió una linda y dulce manzana. ¡Qué rico!

Dad gracias color 2QUERÍA SER BUENA

A la hora del té, su mamá la volvió a llamar. De nuevo el corazón de Patricia quiso decir: «NO QUIERO».

Pero en ese momento recordó que un corazón enojado y desobediente no agrada a Jesús.

«Señor Jesús –pidió Patricia–. Ayúdame a ser obediente.»

Patricia corrió a sentarse a la mesa. Su papá la felicitó por llegar rápido y por poner una sonrisa en sus labios.

–Creo que mi niña está aprendiendo a ser obediente –dijo el papá.

–Sí, papá, estoy tratando de portarme bien, pero no es fácil. No me gusta tener cara larga; quiero sonreír.

LA VOLUNTAD DE DIOS

Esa noche, Patricia pensó en otra cosa que había aprendido en la escuela dominical, de que es la voluntad de Dios que seamos agradecidos. Se sintió avergonzada por haberse quejado de la comida. Ella sabía que hay muchos niños que se duermen con el estómago vacío.

Patricia dio gracias a Dios por tener un hogar, y por su mamá que cocinaba con mucho amor para su familia. Esa noche se durmió con una gran sonrisa en sus labios. Se sentía contenta por haber sido obediente.

UN CORAZÓN AGRADECIDO

¿Qué quisieras que Jesús vea en tu corazón? Si tienes un corazón malagradecido y desobediente, haz como Patricia; pídele perdón al Señor. Puedes pedirle también que te ayude a ser agradecido y obediente.

Tus padres trabajan duro para proveerte lo que necesitas. Ellos hacen lo mejor por darte comida, ropa y vivienda. Muéstrales tu amor con agradecimiento y obediencia.

Es la voluntad de Dios que seamos agradecidos. Con una sonrisa, sé obediente y da gracias a Dios en todo.

249 Poster 1 Tes 5_18

Para imprimir la historia: 249 La nina sin sonrisa color

Para colorear: 249 Patricia

 

Las dos Tabitas

Tabita iba cantando alegre mente camino a casa de Berta para llevarla a la escuela dominical. La maestra les había prometido una sorpresa y Tabita no quería perdérsela.

Rin, rin, rin, sonó el timbre en casa de Berta y ella corrió a abrir la puerta. Tenía las manos llenas de detergente y la cara roja por el calor de la cocina. Con el delantal de su mamá parecía una perfecta ama de casa. Una ama de casa en miniatura, por supuesto.

Tabita había llegado temprano para ir con su amiga a la iglesia. Era un domingo importante, ya que la maestra había prometido una sorpresa a todos los que llegaran a la hora. Algunos niños tenían la mala costumbre de llegar tarde.

–Berta –dijo Tabita sorprendida, al ver que su amiga no estaba lista–, ya es hora que vayamos a la iglesia. No debemos llegar tarde. Quiero saber cuál es la sorpresa.

–Lo siento, Tabita. Hoy no podré ir. Mamá ha ido a visitar a una vecina enferma. Me ha dejado con los platos sucios del desayuno. Creo que me voy a pasar toda la mañana lavando platos. Vete sola y saluda a las chicas y a la maestra.

TABITA AYUDA A SU AMIGA

Pero Tabita no era la clase de niña que deja a una amiga plantada. Sin pensarlo dos veces pidió un secador y se lo puso como delantal. Luego metió las manos en el lavatorio que rebalsaba de platos sucios y de detergente.

–Mira, chiquilla –dijo alegremente–, no puedo dejarte sola con todo esto. Si lo hacemos entre las dos, podemos llegar a la iglesia, aunque sea un poco tarde. Papá siempre dice que es mejor tarde que nunca.

Tabitas color

Entre risas y cantos terminaron de lavar los platos sucios, los secaron, y los pusieron en el armario. También barrieron el piso y pelaron las papas para el almuerzo. Sería una grata sorpresa para la mamá de Berta cuando volviera de su visista a la vecina que estaba enferma.

¡Qué alegría sentían Berta y Tabita por estar ayudando!

LLEGARON TARDE

Después las niñas fueron a la iglesia, pero llegaron muy tarde. Tabita se sintió avergonzada porque nunca antes había llegado tarde.

–Siento mucho que hayan llegado tarde –dijo la maestra–. Perdieron la sorpresa y la linda lección de hoy. Tabita, hemos hablado de tu tocaya.

–¡Mi tocaya! –exclamó Tabita–. Yo no sabía que en la Biblia tuviera una tocaya.

UNA MUJER BONDADOSA

–Sí, y fue una mujer muy bondadosa. Ella cosía hermosos vestidos para las viudas y sus hijos. Pero un día sucedió algo muy triste. Tabita murió. ¡Cómo lloraban sus amigas! Se sintieron tan angustiadas que mandaron llamar a Pedro, el siervo de Dios. Por medio de él, Dios hizo el gran milagro de resucitarla. ¡Tabita volvió a vivir!

DOS TABITAS PARECIDAS

–Maestra –dijo Berta–. Creo que nuestra Tabita y la de la Biblia se parecen. Yo no iba a venir hoy porque tenía que hacer varias cosas para ayudar a mi mamá. Cuando Tabita pasó para recogerme, ella se quedó, y me ayudó a terminar pronto los quehaceres. Por eso llegamos tarde.

–¡Qué bueno! –sonrió la maestra–. Necesitamos más «Tabitas». Sería hermoso si todos fuera como Tabita. Ella ha sido buena con Berta y Berta ha sido buena con su mamá. Por eso les diré a ustedes también la sorpresa. Todos mis alumnos están invitados a tomar un té en mi casa el sábado.

–Gracias, muchas gracias –exclamaron las niñas.

¡Ambas se sentían muy felices de haber ayudado!

SÉ SERVICIAL

¿Sabes ayudar? La Tabita de la Biblia se esmeraba en hacer buenas obras. Tú también puedes ser servicial. Comienza en tu casa con ayudar a tus padres y también a tus hermanos. Es muy hermoso ver niños que saben ayudar.

Hechos 9_36

Para imprimir la historia: 248 Las dos Tabitas color

Una mujer bondadosa: DORCAS PPT

Láminas para colorear: Dorcas laminas bn

Láminas en color: Dorcas laminas color

Los lentes mágicos de la abuela

Rocío había pasado dos semanas en casa de su abuela. Le encantaba ir a visitarla. Allí no tenía que pelear con sus hermanos, tenía su propio cuarto, y la abuela la mimaba. Y la abuela parecía estar orgullosa de ella.

ABUELITARocío admiraba todo acerca de su abuela: su pelo rizado color de plata; su collar de perlas; sus aretes; en fin, ¡todo! Más que nada admiraba los lentes de su abuela. ¡Eran mágicos!

EL GATO Y LOS LENTES

Un día, pasó algo trágico. Los lentes de la abuela estaban sobre la mesita donde los ponía después de leer su Biblia. El gato, muy juguetón, saltó sobre la mesa. En ese salto empujó los lentes… ¡pum! cayeron al suelo.

–¡Tus lentes, abuela! –exclamó Rocío–. ¡El gato los hizo caer!

–¡Gato travieso! –gritó la abuela–. ¿Cuántas veces te he dicho que no saltes sobre la mesa?

Pero el gato ya se había escapado, y allí estaban los lentes en el piso… La montura por un lado y las lunas por otro.

–¡Qué desgracia! –dijo la abuela–. Ya no voy a poder ver para leer mi Biblia.

ROCÍO ENTRA EN ACCIÓN

Entonces Rocío entró en acción. De alguna manera tenía que ayudar a su abuela. Pero, ¿cómo? Con cuidado alzó la montura y las lunas. Felizmente no se habían quebrado. Las puso en una cartuchera. Ella no sabía cómo poner las lunas en la montura; pero sí podía acompañar a su abuela a la óptica.

Esa misma tarde fueron a hacer arreglar los lentes y la abuela pudo leer nuevamente su Biblia. La abuela dio un fuerte abrazo de agradecimiento a su nieta.

–Quiero tener lentes como los tuyos –le dijo Rocío.

–¿Por qué, hija? Tú necesitas lentes como usa la juventud.

–Es que tus lentes son mágicos.

En casa se quejaban de ella; sus hermanos la criticaban… pero nunca la abuela. En casa de la abuela Rocío no quería portarse mal, porque entonces, detrás de los lentes mágicos, aparecían unos ojos muy tristes. Rocío no soportaba eso.

ABUELA con nieta CO

UNA ABUELA COMPASIVA

Rocío veía mucha bondad en su abuela. Si algún niño entre sus vecinos necesitaba ayuda con sus tareas, la abuela solía ayudarle. Todos los niños del vecindario sabían eso. Cuando había necesidad en algún hogar, ella les llevaba víveres. Y la abuela visitaba a los enfermos en el hospital.

Siempre que se cruzaba con alguien en la calle, sea chico o grande, la abuela lo saludaba con un sonrisa. Ella hacía sentir importante a cualquiera.

MIRAR CON EL CORAZÓN

Cuando la vista de Rocío empeoró y ella necesitó lentes, le rogó a su mamá que le comprara unos como los de su abuela.

–Quiero tener lentes mágicos –dijo.

–Los lentes de tu abuela no son mágicos –le dijo su mamá–. ¡Es su corazón! Tu abuela mira con el corazón.

¿Qué significaba mirar con el corazón? pensaba Rocío

Tu abuela ve las necesidades de la gente y les ayuda. Eso es mirar con el corazón.

ABUELA con nieta2 CO

LENTES MÁGICOS

Rocío y su mamá recorrieron todas las ópticas de la ciudad hasta encontrar lentes tan iguales como los de la abuela, que parecían gemelas. ¡Y eran mágicos!

Los lentes de Rocío eran tan mágicos como los de su abuela. Desde el día que ella consiguió esos lentes, empezó a portarse como su abuela. Rocío aprendió a mirar con el corazón.

Cuando algún niño del vecindario necesitaba ayuda con las tareas escolares, Rocío dejaba sus juegos y le ayudaba. A veces ella veía a alguien en la escuela que parecía estar triste, entonces se acercaba para ofrecer su amistad. Otras veces su mamá le dejaba llevar víveres a alguna familia pobre, tal como hacía su abuela.

UN CORAZÓN COMPASIVO

Tú también puedes tener un corazón compasivo. La Biblia nos enseña que seamos bondadosos y compasivos. También debemos perdonarnos unos a otros como Dios nos persona. Así como Rocío y su abuela puedes aprender a tener un corazón compasivo. ¡Sé bondadoso!

Para imprimir la historia: 237 Los lentes de la abuela color

Virtudes Col 3