Estrella y el cromosoma del amor

La novedad en el vecindario era la llegada de una nueva familia. Los niños corrieron para mirar el camión de mudanza. Querían ver cuántos niños había en la familia.

Pepita divisó a una niña de su edad. De inmediato la niña le sonrió. Tenía carita redonda, con nariz pequeña y levantada. Sus ojos alargados daban la impresión de que era china. Eso es lo que pensó Pepita y le pareció muy emocionante. Se acercó para darle un abrazo de bienvenida.

–Me llamo Estrella –dijo la niña–. ¿Y tú?

–Yo soy Pepita. ¿Quisieras ser mi amiga?

Estrella le dio un fuerte abrazo y empezó a saltar alegre.

–¡Sí! ¡Sí! ¡Si! –gritó sonriente–. ¡Quiero ser tu amiga!

Desde ese día las niñas andaban de brazo por todas partes.

UN CROMOSOMA EXTRA

Estrella no era china. Le explicó a Pepita que tenía un cro-mosoma extra y que por eso se veía un poco diferente.

–Papá dice que es el cromosoma del amor –dijo Estrella–. ¡Eso me hace querer a todo el mundo!

¡Era cierto! Cuando los niños se burlaban de ella por su carita redonda y sus ojos alargados, Estrella les sonreía.

–Tienes un buen cromosoma –le dijo Pepita–. Yo les daría un puntapié si se burlaran de mí.

Llegado el sábado, Pepita llevó a su amiga Estrella a la reunión del Club Tesoros. Doña Beatriz le dio una calurosa bienvenida. Los niños ya la habían visto cuando llegó el camión de mudanza; pero solo Pepita se había hecho amiga de ella.

Estrella estaba sonriente y quería ver a todos tan contentos como ella. Fue de uno en uno a darles un abrazo y un beso.

–Yo no quiero que una niña me bese –dijo Sal. Pero Estrella igual le dio un beso en la mejilla,

–No me gustan los besos –dijo Pimienta; pero recibió uno.

–Tengo el cromosoma del amor –dijo Estrella–. Yo quiero que todos estén contentos.

–¿Cromosoma? ¿Qué es eso? –preguntó una niña.

EL CROMOSOMA DEL AMOR

Doña Beatriz les dio una sencilla explicación. Los niños sabían que el cuerpo humano está compuesto de muchísimas células y que cada célula tiene sus características. En las células hay cromosomas que definen ciertas cosas, como el sexo, si serás hombre o mujer. También algunos de tus rasgos físicos.

Cromosoma es un palabra compuesta, que proviene del griego: cromo, «color», y soma, «cuerpo».

Los niños como Estrella tienen un cromosoma extra. Su diagnóstico es Síndrome de Down. Sus rasgos físicos son un poco diferentes y no tienen la misma capacidad mental que otros niños. Pero hay algo muy especial que los caracteriza. Son alegres y amorosos.

–Yo tengo el cromosoma del amor –volvió a repetir Estrella. Ella se sentía feliz y orgullosa de ser diferente. No le importaba que había niños que se burlaban de ella.

UN NIÑO DADIVOSO

Jesús ama a todos, no importa la raza ni el color. Él ama igual a niños como Estrella, y quiere que tratemos a todos con amor. Los niños que tienen un cromosoma extra pueden enseñarnos a sonreír y expresar amor con todo nuestro corazón.

Doña Beatriz contó a los niños acerca de un muchachito que ayudó a Jesús con una cosa que él tenía. Jesús hizo algo grande con lo que le dio el niño.

Lee la historia en Juan 6:1-14.

No sabemos su nombre; quizá haya sido Daniel. Él y sus amigos fueron de paseo para escuchar a Jesús. El niño llevó una merienda; no mucho, sólo cinco panes y dos pescados.

Esa tarde, al volver del paseo, Daniel iba acompañado de once de sus amigos. Él y cada uno llevaba una cesta llena de pan. ¡Eran las sobras de la merienda de Daniel!

Daniel había experimentado el milagro de su vida. No podía explicar cómo había sucedido, sólo sabía que había compartido su comida con Jesús, que Jesús la había bendecido, y que sus discípulos la habían repartido a miles de personas. Daniel casi lloraba de alegría por el gran milagro que había hecho Jesús.

LA ALEGRÍA DE DAR AMOR

–Yo tengo el cromosoma del amor –volvió a decir Estrella.

–Nos alegra tenerte en nuestro Club –dijo doña Beatriz–. Sal y Pimienta tendrán que aceptar que te gusta mostrar tu amor con abrazos y besos. ¿Verdad, muchachos?

De mala gana ellos asintieron con la cabeza.

El niño de la historia bíblica dio su merienda a Jesús. Era poco en comparación con toda la gente reunida; cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. ¡Tal vez veinte mil personas!

«Hay más dicha en dar que en recibir», nos enseña el Señor Jesús. Aunque no tengas el cromosoma extra, como Estrella, Dios ha puesto su amor en tu corazón para que lo compartas. Sé bueno y cariñoso con todas las personas. No tienes que dar besos y abrazos; pero con palabras y acciones esparce amor.

En MIS PERLITAS hay hermoso material para esta historia.

Fanny, una ciega agradecida

Cierra los ojos e imagina cómo sería vivir así. Imagina que nunca hubieras visto la luz del sol, las maravillas de la naturaleza, los rostros de tu familia, ni siquiera tu propio rostro. ¿Cómo crees que sería eso?

¿Has visto alguna vez a un ciego? Los ciegos suelen caminar con una vara blanca para sentir lo que hay en su camino y para que la gente sepa que allí va un ciego.

Durante todos los tiempos ha habido ciegos. Dios ha puesto una advertencia en su Palabra de que no pongamos tropiezo a los ciegos; más bien, debemos ayudarles.

 

Fanny Crosby, poeta ciega que escribió 8.000 himnos.

JESÚS Y LOS CIEGOS

Cuando Jesús estuvo en la tierra sanó a muchos ciegos. Una vez Él escupió en los ojos de un ciego para sanarlo; otra vez hizo barro para untar los ojos de un ciego. «Ve a lavarte en el estanque de Siloé», le dijo.

¿Qué crees que pasó? El ciego fue a lavarse y, por primera vez en su vida, pudo ver. ¡Qué maravilla!

Si fueras ciego, ¿quisieras recibir la vista? Uno de los ciegos sanados por Jesús se llamaba Bartimeo. Cuando él clamó por ayuda, Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»

El ciego dijo: «Quiero ver.» ¡Y recibió la vista!

LA CIEGA FANNY CROSBY

Hace muchos años, una bebé llamada Fanny quedó ciega. Fanny vivió 94 años sin ver nada. Nunca vio a sus padres. Tampoco vio a sus amigas, y muchas veces no podía hacer lo que ellas hacían. Pero decidió algo importante, que aunque no pudiera ver, sería feliz y estaría agradecida en todo.

Fanny aprendió a leer y escribir en Braille, el alfabeto de los ciegos. Cada letra es un conjunto de puntitos. En vez de leer con la vista, los ciegos «leen» con los dedos.

Durante toda su vida Fanny escribió poesías y canciones. Esas canciones eran alabanzas a Dios, que se llaman himnos. ¿Puedes creer que escribió 8.000 himnos?

LA PRIMERA POESÍA DE FANNY

A los ocho años de edad Fanny escribió su primera poesía, que es toda una expresión de alegría. Esto escribió:

Soy una persona muy feliz aunque no puedo ver.
Me he propuesto que en este mundo satisfecha voy a ser.
¡Cuántas bendiciones tengo, que otros no pueden tener!
No voy a llorar y suspirar por ser ciega. ¡No, no lo voy a hacer!

LA ABUELA DE FANNY

Fanny quería mucho a su abuela, que le describía todas las cosas hermosas que ella no podía ver: el amanecer y la puesta del sol, las estrellas, las nubes… Y le contaba de los pajaritos y sus costumbres. Mientras Fanny tocaba y olía las flores, su abuela describía la forma y el color de cada una. Junto al arroyo recogían violetas.

Lo mejor de todo era que su abuela le enseñaba las hermosas historias de la Biblia.

En las noches la abuela le contaba a Fanny acerca de Dios, el Padre celestial, que mandó a su Hijo Jesucristo a este mundo para que sea nuestro Salvador. Fanny amaba su Biblia más que cualquier otro libro y a temprana edad aceptó a Cristo como su Salvador.

ESCUELA DE CIEGOS

Cuando Fanny tenía quince años de edad pudo ir a una escuela especial para ciegos. Allí aprendió a hacer muchas cosas que le ayudaron. Con el tiempo llegó a ser maestra.

Fanny era ciega, pero tal vez ella veía más que tú y yo que tenemos dos ojos. Ella veía las maravillas de Dios y escribía poesías sobre esto. Cuando comenzó a escribir himnos, dijo: «He encontrado el trabajo que Dios tiene para mí. Soy la persona más feliz del mundo.»

SIRVIÓ A DIOS CON GOZO

Fanny vivió 94 años. ¿Cómo pasó ella todos esos años de ceguera?  Fanny sirvió con gozo al Señor Jesús. Todos sus himnos expresan alegría y gratitud. Muchas veces decía: «Pudo haber sido peor. ¿Cómo podría haber llevado una vida útil si no hubiera sido ciega? Mi corazón está lleno de gratitud hacia Jesús.» ¡Qué buen ejemplo!

Trata siempre a los ciegos con respeto y amabilidad.

 

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