Cada día es un regalo

Mi padre tuvo muchos «relagos». Dios le concedió 97 años de vida. El martes Dios lo llamó a su presencia. Él aprovechó bien su tiempo y ha dejado un legado de fe. Ese mismo día a mí me atacó la influenza. Mis estimados, estoy muy enferma. Oren por mí.

Les sugiero que lean la historia 211, de enero 2014. Hay una historia ilustrada.

Aquí está: Cada día es un regalo

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