El Escudo de la Fe

Un día Jesús fue a la región de Tiro y Sidón, donde vivían los cananeos. Había allí una niña que sufría mucho, porque estaba poseída por un espíritu maligno. Cuando la mamá de la niña escuchó que Jesús estaba en su territorio, corrió a encontrarlo.

–¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! –clamó con desesperación–. Mi hija está endemoniada y sufre mucho.

La mujer clamaba a gritos; pero Jesús no le respondió ni una palabra. Incluso los discípulos le rogaron que la despidiera, porque les molestaban los gritos de la mujer.

Jesús miró a la madre de la niña, una mujer extranjera, y le dijo que Él había sido enviado a llevar el evangelio a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Eso era como decirle que no había ayuda para ella, una mujer sirofenicia. Pero esta mujer no se desanimó.

–¡Señor, ayúdame! –le suplicó, angustiada.

Nuevamente Jesús le explicó que Él había sido enviado al pueblo de Israel, no a los extranjeros. Y le puso un ejemplo de un padre que les da el pan a los hijos y no a los perrillos. Aunque Jesús comparó a la mujer con los perrillos, ella siguió decidida.

–Sí, Señor –respondió–. Pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.

Jesús quedó impresionado, y dijo:

–¡Mujer, grande es tu fe! Que se cumpla lo que quieres. Vete tranquila; el demonio ha salido de tu hija.

En ese instante la niña quedó sana.

Esta mujer tomó el escudo de la fe y no se dejó desanimar. Estaba decidida a recibir un milagro de Jesús para su hija. ¡Y lo recibió!

El enemigo, el diablo, busca destruirnos y apartarnos de nuestra fe en Dios. El apóstol Pablo dice que sus ataques son como flechas de fuego; pero Dios nos ha dado el escudo de la fe para apagar esos dardos encendidos.

¡Qué importante es el escudo! Tomemos el escudo de la fe y apaguemos las flechas encendidas que nos lanza el enemigo. ¡En el nombre de Jesús somos más que vencedores!

«Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar
todas las flechas encendidas del maligno» (Efesios 6:16).

La Perlita 555

Historia: El escudo de la fe

Historia en color: El escudo de la fe CO

Lección: El escudo de la mujer cananea

Ayudas visuales: Mujer CO Mujer GR

Hoja para colorear: El escudo A4: El escudo Grande: El escudo

Poster: Efesios 6:16

Multimedia: Escudo de la fe PDF: Escudo de la fe PDF

Instrucciones: 555 Multimedia Instrucciones

Actividad: El escudo A4: El escudo Grande: El escudo

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Calzados dispuestsos

La primera iglesia cristiana estaba llena del fuego del Espíritu Santo. El mandato de Jesús de predicar el evangelio ardía en el corazón de cada creyente. Cada día se esforzaban por difundir la palabra de Dios.
Pablo y Bernabé llegaron de Jerusalén a la ciudad de Antioquía. De allí emprenderían un importante viaje misionero, con la misión de predicar el evangelio.

Mientras los líderes de la iglesia ayunaban y oraban, el Espíritu Santo habló, y dijo que apartaran a Pablo y Bernabé para la obra a la que Él les había llamado. Pablo y Bernabé decidieron llevar con ellos a Juan Marcos, y juntos emprendieron el primer viaje misionero.

Estos misioneros estaban calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Con un corazón lleno de amor por Jesucristo trabajaron en la gran obra del Señor.


«Calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz». Efesios 6:15

La Perlita 554

Historia: Calzados dispuestos

Historia en color: Calzados dispuestos CO

Lección: Marcos: Calzados dispuestos

Ayudas visuales: Calzados CO Calzados GR

Hoja para colorear: El calzado A4: El calzado Grande: El calzado

Poster: Efesios 6:15 Poster Sal

Multimedia: Calzados dispuestos PDF: Calzados dispuestos

Instrucciones: 554 Multimedia instrucciones

Actividad: El calzado A4: El calzado Grande: El calzado

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